Leyendo el post de Berto –sí, el colaborador de BFN- me ha hecho reflexionar sobre algo que ha lanzado y que creo que es muy importante. Berto habla en su entrada sobre el filtro de su correo, que dejó de funcionar durante un escaso tiempo, pero el suficiente como para llenarle de innumerable correo basura, o spam, toda la bandeja de entrada, con lo que tuvo que aplicar varios minutos de su existencia en limpiarla.
[…] Siempre he tenido clara la importancia de los filtros. Las delgadas líneas que separan el mundo habitable de la entropía. […][…] Y también a nivel personal, pienso en los filtros mentales, como el nunca suficientemente bien valorado sentido común, que nos permite encauzar la inmensa masa de pensamientos y pulsiones que, sin control, nos convertirían en balbuceantes seres asociales. Cuando cede una barrera se desata un infierno, en mayor o menor grado. […]
Así es, los filtros mentales y lo importantes que son para nuestra salud mental. Cuando nos educan y crecemos en un ambiente ordenado, en el que te van dando esquemas a seguir –sobretodo mentales- uno puede estar seguro, aún sin saberlo, que está cosechando un buen tamiz mental que lo salvará de copiosos mensajes hostiles y negativos como “eso es imposible”, “te equivocas”, “tú no puedes”, etc. Cuando vamos creciendo, nos damos cuenta de que nuestro ser se confecciona y guarda gracias a ese centinela atento que ve de lejos al enemigo y lo espanta.
En mi caso, y cosiendo todo esto con el caso de Berto, mi filtro dejó de funcionar en el 2008, con las fatales consecuencias: despiste mental, desorientación objetiva, inseguridad personal e incluso miedo hacia los demás, algo que mi yo de hace cinco años no hubiese imaginado en la vida.
De un tiempo hacia aquí, sigo preguntándome cómo me permití desinstalar el antivirus de mi persona. Pero como aprendí en la entrevista que le hicieron en “Singulars” -en el canal 33- a Mario Alonso, hacerse la misma pregunta día tras día sólo sirve para hundirse más. O como le dije a un amigo: alimentar el monstruito.
Gracias a las magníficas reflexiones de este gran humorista, me he dado cuenta de que:
1. Los seres humanos estamos ciegos. Miramos el humo que se eleva en el cielo sin enterarnos que es nuestra casa la que está ardiendo.
2. Nosotros somos demasiado valiosos para nosotros mismos como para abandonarnos en la intemperie.
3. No hay nada tan importante que no pueda ser ignorado.
4. Hay que cuidar ese filtro mental como el mejor amigo, pues es el único que salvará a uno de uno mismo.
Es siempre desde la calma y la tranquilidad desde donde podemos ser más y mejor.
Propenso al coito
pues eso, sentido común y sensatez
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