Tener un amigo es como tener una planta en una maceta. Si no la riegas, se seca, si la riegas demasiado se pudre.
Pero también hay muchos tipos de plantas. No es lo mismo tener un solitario, resistente y espinoso cactus nada exigente que un exuberante ficus. Es decir, no es lo mismo una piedra que una esponja. Algunas exigen más cuidado que otras y te recompensan con flores más extravagantes o formas vegetales más bellas y originales. En mi entorno al menos sobreviven siempre mucho mejor los cactus, pero nunca quise en mi vida un clima desértico y siempre me atrajo mucho el tropical y por ello que yo lucho contra el calentamiiento global y la desertificación.
Algunas plantas son muy sensibles a los cambios y necesitan vivir en entornos muy específicos con unas determinadas condiciones ambientales. Si cumples todas las condiciones pueden ser excelentes plantas pero hay que estar dispuesto a sacrificarse bastante por ellas y tener paciencia. El problema es que no tenemos tiempo y ante ello los que mejor se adaptan son las plantas de secano. Demasiado cuidado, no obstante, envenena a la planta que deja de tener intimidad y libertad. Cada planta necesita diferentes dosis de diferentes cuidados y no cuidados.
A algunas hay que podarlas, se te ofrecen en estado salvaje y te exigen que las cortes y seas un poco duro con ellas. Otras necesitan mucho sol y les encantan climas alegres, mientras que otras son umbrías y les gusta algo más serio. Todas ofrecen algo: fruta, perfumes, flores, colores vivos... a veces solo hay que saber verlo y estudiar cómo encajan mejor en tu hogar. Algunas también piden abono, algún aliciente para crecer o dar todo su potencial. De si estás dispuesto a ello, o no, también depende de que descubras a la planta en todo su esplendor. En algunos casos atraen insectos, enfermedades y plagas porque son muy ricas y sensibles a otros seres y eso acaba por destruirlas. Ayudarlas a librarse de sus parásitos, que ignorantemente consideran huéspedes y amigos, es también una forma de cuidar de ellas, aunque siempre hay que ir con mucho cuidado de no pasarse con los pesticidas y productos químicos que les aplicamos o nosotros mismos seremos la enfermedad que les acabe de destruir.
Tener todo tipo de plantas es imposible porque aprender a cuidarlas todas y a hacerlo como requieren implica un esfuerzo de tiempo, comprensión, paciencia y en definitiva de recursos muy exigente. Es por ello que, teniendo en cuenta los recursos que uno tiene, a veces lo más sensato es no tener muchas plantas en casa si uno no va a cuidarse de ellas preocupándose de lo que necesitan o no necesitan. Y a veces es preferible tener dos plantas enormes y resplandecientes que cincuenta mediocres. En este caso, la diversidad es buena si se está dispuesto a valorarla y mantenerla en toda su riqueza y complejidad.
Fénix Vegetal
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