La amistad es nuestra religión; Nadie, nuestro Dios; y la ignorancia, nuestro templo. Bienvenidos.

miércoles, 5 de enero de 2011

Un estado policial

La nueva ley que prohibe fumar en espacios cerrados (excepto en tu propia casa afortunadamente) responde a un modelo estatal paternalista y policial que ante su incapacidad para generar una educación cívica y socialmente armónica y progresista crea leyes represivas e incontestables. Un estado que pide a sus ciudadanos que se denuncien unos a otros no puede más que generar violencias y malestar social. Parece que el gobierno, ante su creciente impopularidad por sus otras incapacidades políticas y económicas, ha optado por tirar la toalla y volverse declarada y alternativamente persecutorio y perseguible.

Crear más y más leyes para corregir lo que la educación y la cultura mal entendidas y encauzadas no pueden conseguir, no puede ser una política acertada. Esta ley es una ley en beneficio de los no fumadores que se supone debe ayudar a los que lo son a dejar el vicio. Sin embargo, esta no es una medida diplomática y negociadora, sino coactiva y casi chantajista impropia de un estado democrático moderno. El fumador se convierte en una incomodidad social que poco a poco hay que erradicar y que es perseguido mediante medidas represivas indirectas por un estado cómplice y beneficiario del mal que él mismo ha alentado durante tantos años sin culpabilidad. Tantas son ya las leyes, una acumulación absurda de normas que denotan una concepción estatal de un ciudadano que no sabe gobernarse a sí mismo, que uno ya no sabe qué puede y qué no puede hacer y se ve perdido entre la maraña confusa y tiránica de un sistema cada vez más inaccesible, confuso y lejano.

Fénix no fumador

2 comentarios:

  1. Joder! No puedo estar en más desacuerdo contigo en este asunto.

    Palabra de fumador!

    ResponderEliminar
  2. en cualquier caso gracias por manifestar tu opinión!

    ResponderEliminar