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miércoles, 23 de febrero de 2011

Tres tipos de malos profesores

Hay tres tipos de malos profesores. Por un lado, los que simple y llanamente no tienen ganas de hacer clase y están ahí porque es su oficio. Normalmente estos no son muy exigentes porque les importa poco o nada que sus alumnos aprendan o en cualquier caso no consideran que dependa de ellos.

El segundo tipo es el más peligroso. Son aquellos que les gusta la enseñanza, es su vocación, pero están más preocupados por demostrar lo mucho que saben que en que sus alumnos aprendan. Las consecuencias más inmediatas es que se produce un gran distanciamiento entre alumno y profesor. El primero está absolutamente al servicio del segundo y se presupone que los alumnos tienen que saber por adivinación lo que sus profesores quieren de ellos en sus trabajos y exámenes. Las explicaciones de qué deberían haber hecho para aprobar el examen o trabajo vienen después de suspender, cuando después de pedir clemencia Dios-profesor baja de su trono divino para darte unas pistas, toda una revelación, que te lleven por el camino recto, que es el suyo y es indiscutible. Cuando intentas razonar con ellos humildemente que si tu trabajo tiene otras virtudes no reconocidas o si tal o cual texto o imagen no se podría interpretar de otra forma (e incluso a través de autores que aparecen en la bibliografía y que tú has citado perdiendo horas en la biblioteca buscándolos), adoptan una postura paternalista, o agresivamente intransigente, o incluso silenciosa y nada comunicativa. Definitivamente las tutorías no se inventaron para estos profesores.

El tercero es inocuo, el más triste y quizás el más abundante. Es el profesor típicamente de instituto puteado por unos alumnos adolescentes en plena pubertad que no paran de hacer gilipolleces y cabronadas para reírse del profesor y sacar unas risas a sus compañeros y sobre todo compañeras. Son personas sin capacidad para imponerse (y a veces es francamente muy difícil cuando el ambiente es muy hostil) que no inspiran ni manifiestan respeto (autoridad académica) ni directamente miedo (chantajes o amenazas legítimas en la defensa personal). A veces son personas con muchas ganas de enseñar pero sin el temperamento adecuado y acaban desquiciados con el oficio, quemados o hasta con depresión. 

Ya que estoy, y puesto que yo algún día me dedicaré a esto, diré qué me parece un buen profesor, y afortunadamente he tenido unos cuantos. En primer lugar, y esto es impepinable, un profesor tiene que tener ganas de serlo, tiene que ser su vocación. Porque la mejor manera de interesar a alguien sobre algo es creyéndote tu mismo que lo que dices tiene mucho interés, y el entusiasmo se contagia. Y con ello me refiero a enseñar y hacerse entender a sus alumnos, aunque tampoco hasta que a uno le tomen el pelo. Esto ya es de entrada sacrificado y a veces muy poco o nada agradecido, pero quien se dedique a esto lo tiene que saber. Con la autoridad académica a la que antes me refería quiero explicarme mejor. Con ello voy a algo realmente difícil y que es a veces una cuestión de encanto, carisma e inteligencia naturales complicados de adquirir en una escuela. Un programa ordenado y claro con los objetivos del curso, trabajos, exámenes y valor de estos es algo de rigor. Además, se entiende que se tiene que dar una explicación de la metodología a emplear, con tiempo, si hay que dar alguna directriz especial para el estudio o realización de una actividad que el alumno pudiera no saber. Más que nada porque cada profesor quiere cosas radicalmente distintas y no son capaces de llegar a un puto consenso metodológico ni siquiera dentro del mismo departamento. Esto parece obvio pero no lo es.
Luego sería deseable que el profesor fuese ordenado explicando y no entrase en clases-bucle (misma lección durante semanas) o larguísimas disgresiones, a veces anecdóticas y otras personales, en medio de una lección para no venir a decir nada. Bromear a veces está bien, te ganas la simpatía del alumno, recuperas su atención y le quitas tensión. En esto un curso de retórica sería casi imprescindible. Lo que ya no está siempre en manos del profesor, por mucho que se esfuerce, es hacer interesar al alumno por una materia que en si misma es infumable. Lo he visto en algunos profesores, pero eso ya es cosa de maestros de la enseñanza con una extraña magia que yo no sé cómo explicar.

Fénix Teach

6 comentarios:

  1. Yo conoci a un profesor de gimnasia pero nunca me gusto la inspeccion mensual de pene. Se me hacia raro, pero igual lo queriamos, y el a nosotros

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  2. yo he tenido calet de profes asi hdp

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  3. De nada sirve tener una reflex potentisíma o un movilón con un gran potencial si no tienes a un buen profesor que sepa orientarte. De nada vale un alumno con un enorme potencial ni no tienes a un profesor que lo sepa exprimir.
    En eso consiste la enseñanza. En saber exprimir el potencial del alumno hacia lo mejor siendo eso sí, didactico y sencillo. esto es lo fundamental de la enseñanza.
    No se trata solamente de repetir ejercicios mecanicamente que el alumno no entiende por que los hace.
    Se trata de que el alumno comprenda por que lo hace, desarrolle su propio razonamiento sobre el ejercicio que esta haciendo y pueda utilizar su propio enfoque lógico, sus propias herramientas cuando esté perdido en el mundo, y créeme, de nada vale tocar millones de temarios distintos si el alumno no sale del curso con sus propios enfoques o herramientas de trabajo para resolver los problemas, porque la vida es todo problemas y los profesores te convierten en robotitos de evaluación.

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  4. Yo creo que existen tres tipos de pelotudos, los que escriben blog criticando una enseñanza porque ellos jamas pudieron interpretar ni siquiera un numero
    Los que leen y siguen los blog fracasados igual que este
    Y los que están de acuerdo con todas las pelotudeces que escribe un pelotudo.
    Pero sin embargo nadie hizo un blog de eso porque se rebajaría a un nivel de idiotez que todavia no ha sido reconocido por el humano

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  5. yo creo que falto un tipo de profesor.. y es aquel que tiene preferencias por los alumnos que tienen mas dinero y dejan que ellos digan lo que quieran sin levantar la mano para que les den la palabra mientras que a los "pobres" los obligan a hacerlo y de esa manera los discriminan.

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    1. A demás hay un montón de factores que te dicen perfectamente cuando te están discriminando y comparando con los de mayor economía que tu haciendolos superiores en la clase .-.

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