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martes, 20 de abril de 2010

Hacia el vacío

Si en tu camino te encuentras al borde de un precipicio solo puedes saltar, bordearlo o retroceder. Ese hombre estaba en el borde y rodeándolo, regodeándose en el vértigo, en un mareo y pánico delirante. Obsesión de su imaginación: ¿qué había más allá? Muerte y vida. Saltar, caer, volar, el viento gélido y cortante, las rocas afiladas en una oscuridad insondable, suspendido en un terror oceánico, nada a lo que aferrarse, ahogo y al final otro mundo.

Fènix rememorativo

1 comentario:

  1. tu mejor entrada original en tiempo, en mi opinion. por breve, dos veces buena
    J.Y.

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