(...) Si no hubiesen adornos de Navidad, la gente la celebraría? Quiero decir, en ningún sitio, en ninguna calle, ninguna casa, nada. Cómo hostias íbamos a saber entonces un mes antes que falta ese tiempo para Navidad? Y sin el acoso mediático, nada de campañas, nada de anuncios, adiós a los inaguantables spots de perfumes que se repiten año tras año, ya nos los conocemos y cuando los vemos al año siguiente otra vez es como saludar un conocido, oh, estoy enamorado de la tía del j'adore, qué pretencioso el notas éste con los musculitos y la cara angulada, vaya labios que tiene esta mujer, qué mal me cae el niñato de calvin klein, y no, este año tampoco me ha cambiado la vida ni el gordo, ni el niño, ni la madre que los parió a todos, y qué le regalo este año yo, ah, esto! no, esto no que ya se lo regalé el año pasado… mierda! y qué habrá de cenar esta nochebuena, pues lo mismo del año pasado, y del otro y el anterior, y en la sobremesa todos con las caras rojas que parecemos semáforos porque entre el vino de la cena, la estufa y la ropa de invierno no damos para más y aguantamos estoicamente el calor “del hogar, de la familia”, ui, que estamos a 32 grados, no tenéis calor? por qué no te quitas el jersey? no, no, que estamos en invierno, que hace frío mujer! claro que hace frío hombre, para qué te vas a quitar el jersey si en realidad aún hace más frío que en la central nuclear de Vandellós y ni nos ha salido un sarpullido en el cuello ni nos ha dado un golpe de calor ni nada, sigamos bebiendo y comiendo, ahora neulas, ahora polvorones, ahora turrones, ahora galletas variadas, ahora bombones, joder de dónde coño salen tantos dulces navideños, los regalan con los yogures? sigamos, sigamos a ver si nos da un cólico ya y podemos llamar tranquilamente la ambulancia, mientras los demás nos dedicaremos a criticar ferozmente a la parte de la familia que no ha venido y la abuela, que le ha estado dando al vino, sacará la pandereta y empezará a cantar villancicos sola buscando la complicidad de los nietos, abuela, que eso pasó de moda en 1978, ahora lo que se lleva es esto, y le enseñaremos a la abuela el último videoclip de shakira haciéndose un dúo lésbico con nelly furtado en youtube, o le enseñaremos la cantidad de amigos que nos han felicitado la navidad en facebook, twitter, tuenti, badoo, myspace, espera abuela, que voy a googlear más redes sociales a las que pertenezco y no me acuerdo, que uno piensa, para qué? si en todas tienes exactamente los mismos amigos agregados, tan sustancial y atractivo es el cambio de formato? qué más da, joder, si a nosotros lo que nos gusta es sentirnos queridos en varios canales y varias veces, aunque sea por la misma gente! pero da igual, que me voy del tema, y entonces saldrá nuestro tío a contarnos anécdotas de la mili porque la abuela anda a lo suyo con la zambomba y nosotros con internet o la play, y el abuelo está durmiendo, y nuestra prima nos lo recuerda como cada año con una sonrisa, mira se ha dormido el abuelo ja, ja, pues sí se ha dormido, gracias por la información, cómo podía continuar la navidad sin saberlo? uh, y la cosa mejora si tenemos sobrinitos o hermanitos pequeños, la madre, no juegues con eso, el niño pasa y sigue a su puta bola, la madre insiste, esta vez con menos ganas, deja eso, y tu pensando.. verás, y claro, al final Crac! se rompe la puta copa o lo que coño sea con lo que el niño ha estado jugando, la madre, mira que lo sabía, mira que lo veía venir! pues si lo sabías por qué no lo has evitado, idiota, que ahora me toca recogerlo a mí! y tu madre, nene por qué no vas a jugar con tu sobrinito, y uno piensa por qué no te vas a jugar tú, joder, te piensas que porque esté más cerca de su edad a mí no me toca los huevos o qué? pero con todo y con eso tú te vas a jugar con tu adorable sobrinito porque eres buena persona o demasiado cobarde para replicar así a tu madre, depende cómo lo veas, y aprovechas para proponerle algún juego de violencia, rollo luchas o por el estilo, ya que él siempre acepta y tú aprovechas para canalizar parte del odio reprimido hacia él camuflándolo en golpes con un poco de fuerza extra hasta que el niño se acaba quejando a su madre y tú diciendo pero qué dice este niño? y él que sí que sí mami, mira los moratones que me ha hecho el primo, agachas la cabeza rollo avestruz ante la mirada asesina de su madre, o bien estás ante un macarra en potencia y en el juego es él quien te pega la paliza a ti, y aún así es mejor escuchar a nuestro tío hablando de la mili porque en la tele todas las cadenas hacen un complot para ofrecer una suerte de circo de los horrores mal llamados “lo mejor de cada casa" o "lo mejor del año” o estupidez por el estilo, que consiste en enseñarte una socorrida combinación catódica entre los momentos más vergonzosos de la cadena y freaks de toda condición dispuestos a ahogarse en el muladar de la humillación absoluta con tal de conseguir su minuto de oro en la caja tonta, además de airear los trapos sucios y aliñado con cualquier escena susceptible de llamar la atención del buen consumidor televisivo, eso sí, que nos permita sonreír y aplaudir como focas sin que ello suponga el menor índice de actividad cerebral, compilados y ordenados y soltados todos uno detrás de otro sin un momento de clemencia, quitad eso por favor! la madre cambia de canal y aparece raphael cantando el mira cómo beben los peces en el río a dúo con bisbal, horror!! y aquí ya cuando uno entre la calor, la ingesta proteínica desaforada, los golpes del sobrinito, las batallitas del tío, los villancicos de la abuela y ver a la aramis fuster rapándose en directo y fingiendo desmayos con lágrimas en los ojos llega un punto que piensa buenas, quién va a ser el familiar más amable como para sacrificarme, por favor? esta no es la idea de navidad que tenía, pero qué sería la navidad sin estas todas estas cosas, verdad? Pues a eso es a lo que venía a referirme
(Escrito el 25-12-2009, fragmento de un relato, ligeramente modificado -pero totalmente de acuerdo!-)
El Rapsoda de la ignorancia
aquí volvieron los poéticos relatos desencantadores y negadores de nuestro amigo rapsoda! Gran monólogo posmoderno, divertido y con un buen final.
ResponderEliminarA pesar de sus variantes, si cada año no padeciese ese caos asfixiante con su pompa y extravancia, como un buen teatro, lo echaría de menos...