Por fin he visto la luz. Ya he visto lo que había detrás de esa falsa pared: la nada. Por fin he podido hacer la cama con ese fantasma que me atemorizaba. He comprendido que no era yo quien tomada todas y cada una de las decisiones, sino un cobarde que se había subido a la copa del árbol más alto por miedo a un inocente ratón.
Ahora ya te veo con estos ojos, los míos. Nunca más volverán a apartarse de mí. Nunca más volverán al otro lado del Aqueronte para llenarme de lágrimas por penalidades que no existieron. Voy a poner la oreja, y todo lo que ésta retenga, lo daré por cierto. No voy a permitir que resucite el tornado que una vez desoló mi alma y quiso quedarse cual tormenta de Júpiter para nunca permitir el paso de la verdad.
Bastó un simple acercamiento, con ojos abiertos y con el corazón lleno de valor, para espantar a mi cuervo con un simple soplido. Ahora soy yo quien dice "nunca más". Apartarte de mí y no vuelvas. No quieras estar a mi lado. Ahora soy vida; soy creencia, un ser al que le corresponde el color. Fuera esas nubes grises, amenazantes de tormenta, que nada han llovido. Mucha boca, es lo que hay. ¡Largo de aquí, el paraguas no volverá a desplegarse jamás, pues yo vuelo muy por encima de ti! Vuelvo a tocar las estrellas que una vez perdí.
Ya no te tengo miedo.
Ahora ya te veo con estos ojos, los míos. Nunca más volverán a apartarse de mí. Nunca más volverán al otro lado del Aqueronte para llenarme de lágrimas por penalidades que no existieron. Voy a poner la oreja, y todo lo que ésta retenga, lo daré por cierto. No voy a permitir que resucite el tornado que una vez desoló mi alma y quiso quedarse cual tormenta de Júpiter para nunca permitir el paso de la verdad.
Bastó un simple acercamiento, con ojos abiertos y con el corazón lleno de valor, para espantar a mi cuervo con un simple soplido. Ahora soy yo quien dice "nunca más". Apartarte de mí y no vuelvas. No quieras estar a mi lado. Ahora soy vida; soy creencia, un ser al que le corresponde el color. Fuera esas nubes grises, amenazantes de tormenta, que nada han llovido. Mucha boca, es lo que hay. ¡Largo de aquí, el paraguas no volverá a desplegarse jamás, pues yo vuelo muy por encima de ti! Vuelvo a tocar las estrellas que una vez perdí.
Ya no te tengo miedo.
Creo que es mas personal que literario lo que has escrito asi que.. aplicate tu propio cuento! (evidentement estoy de acuerdo con lo que dices)
ResponderEliminarJY
no hay separación entre lo personal y lo literario. La literatura puede ser algo muy personal.
ResponderEliminarLlega un punto en el que cuando sientes que ya nada tienen sentido te das cuenta de que existir en el vacío del sinsentido tampoco tiene sentido si quieres vivir, así que, si quieres vivir, hay que hacer como tú, ser creencia. Sentarte en una poderosa fantasía que tú mismo te construyas, en un sueño en el que puedas invertir tu vida con la máxima ilusión.
Y cuando ya no hay preguntas, ni dudas, ni pensamiento, tampoco hay miedo, tan solo determinación!