La amistad es nuestra religión; Nadie, nuestro Dios; y la ignorancia, nuestro templo. Bienvenidos.

martes, 28 de septiembre de 2010

A ver si tienen cojones con uno de éstos


Miope a hombre topo

Caballero Escarchado Ymir


Equipo:
- Tapadera escudo: +5 a defensa contra salpicaduras de salchicha y otros embutidos cilíndricos.
- Espada pinza: corto alcance, sube un poco el ataque. Activa la habilidad "cocinar".
- Casco y barba posmodernos versión negra: +9 a seducción de féminas posmodernas.
- Armadura de Escarchado: permite hacer actualizaciones en este blog y ser guay.

Fénix cabroncete

Voldemortus, Imperator Nigrus


Recientemente se ha descubierto en el Tíber el busto de Voldemortus, quien hasta el momento se consideraba un personaje de ficción creado por J. K. Rowling. Al parecer dicho personaje ahora reconocido como histórico por la comunidad historiográfica existió realmente y era conocido como el "Imperator nigrus" por sus prácticas y afición a la magia negra, su devoción a Hades, Perséfone y la reina bruja Hécate. Fuentes fidedignas nos han informado que durante su reinado, que duró dos horas antes de morir porque lanzó un puñal a un niño cabezón y el proyectil rebotó y se le clavó en el pecho provocándole la muerte inmediata, promovió el nacional socialismo y dijo estar dispuesto a llevar el Imperio hasta América para derrotar a los malvados aztecas. Los italianos lo han bautizado como Voldemortus el Imperatore Foscolo, los franceses como l'Emperateur Noir, e ingleses y norteamericanos como "He-Who-Must-Not-be-Named". Los españoles aun no le hemos puesto mote pero se aceptan sugerencias en este blog. Yo propongo el Calvo Malo de Loterías y Apuestas del Estado.

Rowling no ha querido aun hacer declaraciones pero todo parece indicar que desciende de su estirpe y acumulando millones aspira a comprar el título de reina de Inglaterra.

Seguiremos informando.

Fénix reportero

Feliz día de no cumpleaños - Alicia en el País de las Maravillas


¡Hoy también es el mío!

sábado, 25 de septiembre de 2010

Mis Maestros de la Literatura

Valorando prioridades decidí pasarme por los jardines de la calle Ondina a ver si estaba el Nico y solucionar lo primero el asunto de la medicación. Hubo suerte y allí lo encontré, lo que no siempre es fácil por la mañana -supongo, porque las mañanas no son mi fuerte-. Estaba sentado en el respaldo de un banco, con las botazas sobre el asiento. Reconocí a su lado a ese amigo suyo que parece que acabe de salir de Mathaussen. La gente no tiene término medio: o pretaporté de Silverio Montesinos, o chándal Naik con más mierda que logotipo.
-Qué quieres, picha.
-Cinco taleguitos.
Después de una pausa que me hizo sospechar un acceso autista, se fue caminando hacia el margen del parque con parsimonia de peripatético y me quedé a solas con el compái de Mathaussen, que tampoco parecía muy espitoso que digamos.
-¿Oye, y cuando se pague en euros cuánto valdrán los cinco talegos?- pregunté, más que nada por ver si el tío seguía vivo.
-Yo que sé, colega: es todo el mismo rollo...
Ahí se quedó el amigo, pero a mí me entraron verdaderas ganas de saberlo. Si seis euros son mil pelas, cinco mil pelas serían treinta euros. Números casi redondos, aunque era seguro que el Nico encontraría la manera de encarecer la mercancía aprovechando la movida. El compái, entretanto, parecía haber entrado en un bucle reflexivo que más valía la pena no perturbar, así que encendí un Ducados y me senté en el banco a fumarlo. Lo bueno que tienen los colgaos es que uno puede sentarse a su lado a fumar en silencio durante media hora y no pasa nada, se distraen solos. En cambio treinta segundos en el ascensor con un Usuario Registrado de Güindous le agotan la paciencia a cualquiera. Claro que los colgaos son fatales para según qué cosas: no dicen nada entretenido, no se les puede pedir dinero, y cuando alguno se mete a guardia de tráfico o profesor de lógica acaba montando unos pollos horrorosos con las preferencias en el cruce y los condicionales contrafácticos. El caso es que saqué del bolsillo el pósit que me había dado The First, por ver si la dirección que le interesaba caía cerca. “Jaume Guillamet nº15”, había escrito con esa letra suya tan estupenda. Me entretuve en intentar localizar mentalmente el número; conozco bien la calle, el 15 tenía que estar en la parte alta. Ensayé un paseo mental Guillamet arriba tratando de recordar todos los edificios a derecha e izquierda, pero quien intente un ejercicio semejante se convencerá de una de mis más originales hipótesis -erróneamente atribuida a Parménides-, según la cual la realidad tiene unos agujeros así de gordos. A todo esto llegó el Nico con la pieza y se acabó el viaje astral. Me despedí de él y del compái con ese simulacro de cortesía con que uno le hablaba a su camello de cabecera y salí por la parte baja del parque. El día prometía: porros, comida y priva. Sólo la perspectiva de tropezar con la Fina enturbiaba un poco el horizonte. Es sabido que las mujeres son pozos sin fondo, capaces de absorber toda la atención que uno pueda dedicarles; pero me refiero, claro está, a las que no cobran en metálico por el asunto de la jodienda, y lamentablemente la Fina no cobraba, al menos en metálico.

Lo mejor que le puede pasar a un cruasán, Pablo Tusset


Siempre he sospechado que la amistad está sobrevalorada. Como los estudios universitarios, la muerte o las pollas largas. Los seres humanos elevamos ciertos tópicos a las alturas para esquivar la poca importancia de nuestras vidas. De ahí que la amistad aparezca representada por pactos de sangre, lealtades eternas e incluso mitificada como una variante del amor más profunda que el vulgar afecto de las parejas. No debe de ser tan sólido el vínculo cuando la lista de amigos perdidos es siempre mayor que la de amigos conservados. El padre de Blas solía decirnos que la confianza en los otros era un rasgo del débil, pero claro, cualquier asomo de humanidad era para él poco menos que una mariconada. Coronel en la reserva de consentida inclinación nazi, no concedíamos demasiado valor a sus opiniones. En el fondo sonaba más sabio lo que un tirado en una taberna nos gritó un día: “Yo a mis amigos no les cuento mis penas; que los divierta su puta madre.” La amistad siempre me ha parecido una cerilla que es mejor soplar antes de que te queme los dedos y, sin embargo, aquel verano no habría podido concebir los días sin Blas, sin Claudio, sin Raúl. Mis amigos.

Cuatro amigos, David Trueba


Me siento en el sofá, al lado pero a cierta distancia de una zorra gorda con una pierna rota. Su miembro escayolado se apoya en la mesita del café y hay una repulsiva hinchazón de carne blanca entre la escayola sucia y sus pantalones cortos color melocotón. Sus tetas están asentadas sobre una lata gigante de Guinness y su blusa chaleco marrón lucha para retener sus blancas mantecas. Sus grasientos rizos oxigenados tienen dos centímetros de insípidas raíces grises y marrones. No hace ningún intento de reconocer mi presencia sino que deja escapar una horrenda y vergonzosa risa de burra ante algún comentario inane que hace Forrester, que no capto, probablemente acerca de mi aspecto. Forrester se sienta frente a mí en un sillón desvencijado, con su cara carnosa y su cuerpo delgado, casi calvo a los veinticinco. Su pérdida de cabello durante los dos últimos años ha sido espectacular, y me pregunto si habrá cogido el virus. Pero lo dudo. Dicen que sólo los buenos mueren jóvenes. Normalmente haría algún comentario borde, pero en este momento preferiría insultar a mi abuela hablándole de su bolsa de colostomía. Después de todo, Mikey es mi hombre.
En la otra silla junto a Mikey hay un hijoputa de aspecto maligno, cuyos ojos están sobre la guarra hinchada, o más bien sobre el porro poco profesionalmente liado que se está fumando. Ella le da una calada extravagantemente teatral, antes de pasárselo al tipo de aspecto maligno. No tengo nada contra los tíos con ojos de insecto muerto en las profundidades de rostro de roedor. No son todos malos. Es la ropa de este chico la que le delata, destacándole como un vivales de cuidado. Es obvio que ha estado residiendo en uno de los hoteles de lujo del grupo Windsor: Saughton, Bar L, Perth, Peterhead, etc.,* y aparentemente ha estado allí bastante tiempo.
(...) *Relación de cárceles escocesas.
Si alguna vez han visto un rostro de depredador, era el de Saughton. La Guarra Gorda, Dios, qué grotesca es, rebuzna, y yo me esfuerzo por soltar la carcajada servil de rigor en los intervalos que estimo más o menos apropiados.
Después de escuchar esta mierda durante un rato, el dolor y la náusea me fuerzan a intervenir. Mis señales no verbales han sido ignoradas despectivamente, así que entro a saco.
“Perdona que te interrumpa en este punto, colega, pero voy a tener que ponerme los patines. ¿Tienes la mandanga a mano?”
La reacción es desmesurada, incluso respecto de los cánones del mierdoso juego al que está jugando Forrester.
“¡Cierra la puta boca! Jodido capullo. Ya te diré yo cuándo tienes que hablar. Tú cierra el pico. Si no te gusta la compañía, puedes irte a tomar por el culo. Y punto.”
“No te ofendas, colega...”, por mi parte todo es dócil capitulación. Después de todo, este hombre es para mí un dios. Caminaría a cuatro patas sobre cristales rotos durante mil kilómetros para usar su mierda como pasta dentífrica y ambos lo sabemos. No soy más que un peón en un juego llamado “El Marketing de Michael Forrester Como Tipo Duro”. (...)
Me trago algunas humillaciones soeces más durante lo que parece una eternidad. Las capeo sin inmutarme, eso sí. Nada amo (salvo el jaco), nada odio (salvo aquellas fuerzas que me impidan el conseguirlo) y nada temo (salvo no poder pillar).
También sé que un cagao como Forrester jamás me haría pasar por toda esta pantomima si tuviera intención de dejarme tirado. (...)
“¿Qué cojones es esta mierda?”
“Opio. Supositorios de opio”, dice Mikey cambiando de tono. Resulta cauteloso, casi exculpatorio. Mi exabrupto ha hecho añicos nuestra simbiosis chunga.
“¿Qué coño quieres que haga con esto?”, digo sin pensar, y empezando a sonreír cuando caigo en la cuenta. Eso saca a Mikey del apuro.
“¿De veras quieres que te lo diga?”, se mofa, recuperando algo del poder que acaba de ceder, mientras Saughton se ríe y la Guarra Gorda rebuzna. Puede ver que no me hace gracia, sin embargo, así que continúa: “No es un pico lo que necesitas, ¿verdad? Quieres algo lento, que te quite el dolor, que te ayude a desengancharte del jaco, ¿verdad? Pues éstas son perfectas. Diseñadas a medida de tus necesidades. Se derriten pasando a todo el sistema, el flash se acumula y después se desvanece lentamente. Ésas son las pirulas que emplean en los hospitales, joder.”
“¿Entonces crees que valen la pena, tío?”
“Haz caso a la voz de la experiencia”, sonríe, pero más hacia Saughton que hacia mí. La Guarra Gorda echa hacia atrás su cabeza grasienta, exhibiendo grandes dientes amarillos.
Así que hago lo recomendado. Hago caso a la voz de la experiencia. Me excuso, me retiro al retrete y me las inserto con gran diligencia por el culo. Era la primera vez que metía el dedo por mi propio agujero, y me asaltó una sensación vagamente nauseabunda. Me miro en el espejo del cuarto de baño. Pelo rojo, mate pero sudoroso, y un rostro pálido con un puñado de repugnantes granos. Hay dos bellezas en particular: en realidad, a éstas habría que clasificarlas como forúnculos. Uno en la mejilla y uno en la barbilla. La Guarra Gorda y yo haríamos una excelente pareja, y me recreo con una perversa visión de los dos en una góndola por los canales de Venecia. Vuelvo escaleras abajo, todavía chungo pero con el colocón de haber pillado.
“Tarda un rato”, hace notar toscamente Forrester, mientras hago mi entrada en el cuarto de estar.
“¡A mí me lo dices! Para el bien que me han hecho hasta ahora, tanto daría que me las hubiera metido por el culo.” Recibo mi primera sonrisa de parte de Johnny Saughton por mis penas. Casi puedo ver la sangre alrededor de su retorcida boca. La Guarra Gorda me mira como si acabase de masacrar ritualmente a su descendencia. Esa expresión dolorida e incomprensible hace que tenga ganas de mearme en los gallumbos de risa. Mikey pone una cara muy ofendida de yo-soy-el-que-hace-los-chistes-aquí, pero matizada por la resignación ante el hecho de que su poder sobre mí ha desaparecido. Terminó con la finalización de la transacción. Ahora él no representaba más para mí que una mierda de perro en el centro comercial. En realidad, bastante menos. Y punto.

Trainspotting, Irvine Welsh


LAURENCIA:
¿Qué dice Mengo?

BARRILDO:
Una cosa
que, siendo cierta y forzosa,
la niega.

MENGO:
A negarla vengo
porque yo sé que es verdad.

LAURENCIA:
¿Qué dice?

BARRILDO:
Que no hay amor.

LAURENCIA:
Generalmente, es rigor.

BARRILDO:
Es rigor y es necedad.
Sin amor, no se pudiera
ni aun el mundo conservar.

MENGO:
Yo no sé filosofar;
leer, ¡ojalá pudiera!
Pero si los elementos en discordia eterna viven,
y de los mismos reciben
nuestros cuerpos alimentos,
cólera y melancolía,
flema y sangre, claro está.

BARRILDO:
El mundo de acá y de allá,
Mengo, todo es armonía.
Armonía es puro amor,
porque el amor es concierto.

MENGO:
Del natural, os advierto
que yo no niego el valor.
Amor hay, y el que entre sí
gobierna todas las cosas,
correspondencias forzosas
de cuanto se mira aquí;
y yo jamás he negado
que cada cual tiene amor
correspondiente a su humor,
que le conserva en su estado.
Mi mano al golpe que viene
mi cara defenderá;
y se cerrarán mis pestañas
si al ojo le viene mal,
porque es amor natural.

PASCUALA:
Pues ¿de qué nos desengañas?

MENGO:
De que nadie tiene amor
más que a su misma persona.

PASCUALA:
Tú mientes, Mengo, y perdona;
nadie lo niega en rigor
que ama un hombre a una mujer,
o un animal quiere y ama
su semejante.

MENGO:
Eso se llama
amor propio, y no querer.
¿Qué es amor?

LAURENCIA:
Es un deseo
de hermosura.

MENGO:
Esa hermosura,
¿por qué el amor la procura?

LAURENCIA:
Para gozarla.

MENGO:
Eso creo.
Pues ese gusto que intenta,
¿no es para él mismo?

LAURENCIA:
Es así.

MENGO:
Luego, ¿por quererse a sí
busca el bien que le contenta?

LAURENCIA:
Es verdad.

MENGO:
Pues de ese modo
no hay amor, sino el que digo,
que por mi gusto le sigo,
y quiero dármele en todo.

BARRILDO:
Dijo el curo del lugar
cierto día en el sermón
que había cierto Platón
que nos enseñaba a amar;
que éste amaba el alma sola
y la virtud de lo amado.

PASCUALA:
En materia habéis entrado
que, por ventura, acrisola
los cerebros de los sabios
en sus academias y calles.

LAURENCIA:
Muy bien dice, y no te canses,
en persuadir sus agravios.
Da gracias, Mengo, a los cielos,
que te hicieron sin amor.

MENGO:
¿Amas tú?

LAURENCIA:
Mi propio honor.

[...]

COMENDADOR:
¿Dónde estará aquel Frondoso?

FLORES:
Dicen que anda por ahí.

COMENDADOR:
¡Por ahí se atreve a andar
hombre que matarme quiso!

FLORES:
Como el ave sin aviso,
o como el pez, viene a dar
al reclamo o al anzuelo.

COMENDADOR:
¡Que a un capitán cuya espada
tiemblan Córdoba y Granada,
un labrador, un mozuelo
ponga una ballesta al pecho!
El mundo se acaba, Flores.

FLORES:
Eso pueden los amores.

ORTUÑO:
Y pues que vive, sospecho
que grande amistad le debes.

COMENDADOR:
Yo he disimulado, Ortuño;
que si no, de punta a puño,
antes de dos horas breves,
pasara todo el lugar;
que hasta que llegue ocasión
al freno de la razón
hago la venganza estar.
¿Qué hay de Pascuala?

FLORES:
Responde
que anda ahora por casarse.

COMENDADOR:
¿Hasta allá quiere fiarse?
¿Qué hay de Inés?

FLORES:
¿Cuál?

COMENDADOR:
La de Antón.

FLORES:
Para cualquier ocasión
te ha ofrecido sus donaires.
Le hablé por el corral,
por donde has de entrar si quieres.

COMENDADOR:
A las fáciles mujeres
quiero bien y pago mal.
Si éstas supiesen, ¡oh Flores!,
estimarse en lo que valen...

FLORES:
No hay disgustos que se igualen
a luchar por sus favores.
Rendirse presto desdice
de la esperanza del bien,
mas hay mujeres también,
y el filósofo lo dice,
que apetecen a los hombres
como la forma desea
la materia; y que esto sea
así, no hay de que te asombres.

COMENDADOR:
Un hombre de amores loco
huélgase que a su accidente
se le rindan fácilmente,
mas después las tiene en poco,
y el camino de olvidar
al hombre más obligado
es haber poco costado
lo que pudo desear.

Fuenteovejuna, Lope de Vega


Llavors que dormiràs, ma bella tenebrosa,
al fons d'un monument en marbre negre alçat,
i que només tindràs per alcova i teulat
una fossa balmada i una cova plujosa;

quan la pedra, oprimint ta poruga pitrera
i els teus flancs que una gràcil indolència ablaneix,
impedirà el teu cor el voler i el panteix,
i als peus de prosseguir la cursa aventurera,

la tomba, confident del meu somni infinit
(car la tomba en tot temps sabrà entendre el poeta),
durant les fondes nits en què dormir és proscrit,

et dirà: “De què et val, cortesana incompleta,
d'haver ignorat què ploren els ja per sempre absents?”.
I els verms et corcaran com els remordiments.

Poema “Remordiment Pòstum”
Les flors del mal, Charles Baudelaire

El Rapsoda de la ignorancia

jueves, 23 de septiembre de 2010

Cenizo, el hermano incomprendido


La semana pasada la famosa compañía Disney anunció la secuela de la aclamada película Cenicienta. Al parecer una asociación de transexuales ha comprado una parte mayoritaria de la empresa "sin renunciar a su esencia", según han declarado sin más detalles altos cargos. En la entrevista realizada por este blog que nos han concedido a cambio de dejarles a uno de nuestros trabajadores como actor protagonista del film (al parecer andan algo escasos de voluntarios), nos han confesado, sin embargo, que su intención es dar al estilo disney un toque más moderno de acuerdo con algunos de los debates sobre sexualidad más actuales. De esta forma, dicen, intentan abrirse a un público más heterogéneo y amplio para crear un cine más crítico y menos fantasioso e infantil. La trama aun está en su mayoría por desvelar, pero según hemos podido averiguar en las primeras escenas rodadas se descubre el hermano mayor de Cenicienta, Cenizo, que hasta ese momento había estado en un convento clausurado por su hermana y el príncipe Jhante, recién coronado rey ilegítimo. Junto al resto de transexuales Cenizo se liberará de la vigilancia del malvado protogigante Ymirio y se dispondrá a recuperar su trono.

"Ésta es una historia de amor y de guerra, donde los personajes luchan por conseguir lo que quieren más allá de las injustas fronteras y limitaciones sociales".

La película aun tardará un par de años en llegar a la gran pantalla. Les iremos informando.


Fénix reportero

miércoles, 22 de septiembre de 2010

Nueva serie de señales de tráfico


El otro día estaba yo en una de mis simpáticas caminatas por calles desconocidas cuando de pronto descubrí esto. Afortunadamente, una pregunta que muchos tendréis en mente, no llegué a ver salir ningún culo de este garaje ni hubo percance urbano alguno. Aunque como confirmé más tarde podría haber pasado lo peor. Como soy ciudadano activo y comprometido con la actualidad decidí ir al día siguiente al ayuntamiento a informarme sobre esta nueva señalización y la naturaleza de este peligro. Allí una amable señorita me estuvo explicando sin broma alguna que de igual forma que los coches deben vigilar posibles desprendimientos en carretera y otras precipitaciones y acontecimientos naturales imprevistos, a partir de ahora los peatones deberemos estar también al tanto con la posibilidad de encontrarnos culos saliendo de garajes en actitudes que por ignorancia o pudor no me llegó a concretar. 

"Que la imaginación de cada uno haga el resto"- me dijo con cierto desaire.

 En cualquier caso, yo por mi parte empezaré a prevenirme contra posibles desfiles y ataques anales de todo tipo y otros infortunios que parecen surgir como los nuevos e imprevisibles peligros de la ciudad posmoderna en el siglo XXI .

Fénix reportero

Reflexions sobre l'art de llegir i d'escriure

"El lector feliç és el que avança entre mots a mig dir endevinant i descobrint mons [...] no puc deixar de reconèixer que vull creure'm tot el que escric; és l'únic camí necessari; no n'he trobat cap d'altre si vull transmetre la meva veritat al lector. Les meves veritats. [...] L'escriptor potser sap, amb una mica de sort, què volia dir, però no està gens segur d'haver-ho dit realment ni d'haver dit més coses. [...]

Quan llegim, quan escoltem música, percebem l'obra, la rebem de cop i potser notem, dins de nosaltres mateixos, una transformació. Aquest estat anímic és susceptible de ser definit com a estat de l'experiència estètica, de la veritat artística. Ens sentim més... anava a dir bones persones però potser això és una idealització meva. [...]

El títol ha de produir un pessigolleig en la consciència del lector. Allò que plau i neguiteja al lector és no saber "què vol dir" el títol. Un títol del tipus Assassinat a la biblioteca, encara que pugui ser llaminer a cop d'ull, si ens agraden les emocions fortes, no dona peu a exercir la imaginació lectora."

Extret de La matèria de l'esperit de Jaume Cabré.

Fénix entre libros

martes, 21 de septiembre de 2010

Profunda conexión de sentido

"Esta solo. Para seguir camino
se muestra despegado de las cosas.
No lleva provisiones.

Cuando pasan los días
y al final de la tarde piensa en lo sucedido,
tan solo le conmueve
ese acierto imprevisto
del que pudo vivir la propia vida
en el seguro azar de su conciencia,
así, naturalmente, sin deudas ni banderas.

Una vez dijo amor.
Se poblaron sus labios de ceniza.

Dijo también mañana
con los ojos negados al presente
y sólo tuvo sombras que apretar en la mano,
fantasmas como saldo,
un camino de nubes.

Soledad, libertad,
dos palabras que suelen apoyarse
en los hombros del viajero.

De todo se hace cargo, de nada se convence.
Sus huellas tienen hoy la quemadura
de los sueños vacíos.

No quiere renunciar. Para seguir camino
acepta que la vida se refugie
en una habitación que no es la suya.
La  luz se queda siempre detrás de una ventana.
Al otro lado de la puerta
suele escuchar los pasos de la noche.

Sabe que le resulta necesario
aprender a vivir en otra edad,
en otro amor,
en otro tiempo.

Tiempo de habitaciones sepradas."

Dedicatoria a un gran poema de Luís García Montero en Habitaciones separadas 

Fénix citador

Drive experience

800 km. Esos son más o menos los que he recorrido en soledad este fin de semana. El jueves por la noche fui a casa de un amigo a pedirle varios cds de música (rock, ska, heavy, punk, reggae, etc.) y esas fueron las únicas voces y sonidos que me acompañaron durante todo el viaje: emocionante acicate para mi exacerbada sensación de libertad expresada en un acelerador que explotaba al máximo, el domingo a las 18:00, 167 caballos de motor a más de 200 km/h. La música envolvía poéticamente el clímax de mi experiencia acelerando enérgicamente las revoluciones de mi ser que se fusionaban con la misma mecánica de la máquina.

Una carretera interminable donde recorrer con lluvia, viento, sol y sombra la eternidad y en mi interior la constante emoción de estar superando un límite humano mediante una extensión propia de mi cuerpo: el coche. Si para los samuráis la espada es una extensión de su brazo en aquellos momentos yo debí sentirme como un transformer, en un plano de existencia superior, colocado de adrenalina, elevado por encima de la mundanidad. El bello de todo el cuerpo se me ponía de punta sintiendo un estremecimiento en el espinazo que recorría todos mis nervíos hasta la saturación. Libertad sería la forma sencilla de expresarlo pero resultaba tan embriagadora la potencia que llega a experimentar mi cuerpo con tan solo coger con el dedor pulgar y el índice un aro de piel de unos quince centímetros de diámetro que la palabra resulta simplemente insuficiente. En esos momentos te dices : "El mundo es mío" y sin notarlo tu pie responde a tu ego desatado, sintiendo como si tu propia alma fuese a arrastrar tu cuerpo liviano para echarse a volar sin dificultad. Tan peligrosa como catárquica, la experiencia de conducir me transmitía un control y satisfacción absolutos sobre mi vida en aquellos momentos y me otorgaba la seguridad no cuestionada, la independencia realizada en el tránsito entre dos puntos tan lejanos, en el propio movimiento desbocado donde todo gira confusa e indescerniblemente, los pensamientos y las ideas no tenían tiempo de alcanzarme.

Fénix motorizado

lunes, 20 de septiembre de 2010

domingo, 19 de septiembre de 2010

Rastréalo

"El esmero es la única convicción moral del escritor."
Ezra Pound.
Poeta, ensayista, músico y crítico estadounidense. 1885-1972.

El de nickname variable

sábado, 18 de septiembre de 2010

La gran manzana en la pared

"New York". Lienzo a tinta china y anilina. 2010.
Pintasimias

viernes, 17 de septiembre de 2010

El primer gran renacimiento del Fénix

"No dejaremos nunca de explorar. Y al final de nuestra exploración volveremos al punto de partida y lo veremos como si fuera la primera vez" (T. S. Elliot)

El camino más corto al cielo es atravesando el infierno...
Mis pasos me llevan por mil senderos conocidos donde los rostros ahora son familiares. En los viajes lejanos la mayor extrañeza se vuelve un misterio emocionante y ante el silencio uno se siente a respirar y observar. Todos fueron amigos y enemigos alguna vez, pero no todos perduraron. Una sonrisa agradecida, un favor desinteresado, un saludo inesperado, una caricia regalada y hasta un beso fugaz. Y también los comentarios frívolos, las palabras malinterpretadas, las mentiras piadosas y a caso las que engañan al mentiroso, los mensajes y llamadas sin responder, la géilida indiferencia de una espalda que se gira y de una mirada que se desvía y que crees que nunca enfoca hacia ti. Y en un instante todo pasa y el corazón deseoso se desorienta y se reencuentra con la fantasía mil veces. Pero ahora ya no importa, porque ahora juega divertido en un caos casi controlado, y por ello es divertido, buscando la oportunidad por el simple divertimento de provocar. Y se descubre libre y solo en cada rebelión donde tan solo busca crear y reforzar nuevos vínculos entre la multitud.

Nadie es igual y todos se parecen un poco. Tras la muerte todos son nuevos y misteriosos y los viejos y nuevos miedos se debilitan cuando recuerdas el más lacerante dolor en tus infiernos. Y en cada rutina el audaz sabe encontrar aventura y novedad, sentido rebrotado en el mismo escenario, pues despierta el azar y todo puede entonces cambiar. Y los pasos que te crucen con encuentros y desencuentros frenéticamente sacudirán de experiencias tu guerrillero espíritu suplicando a menudo un refugio invernal con un buen fuego y bebida ardiente donde poder dormir cálidamente.

Y, finalmente, será entonces cuando verás por primera vez y también de nuevo a aquellos que siempre estuvieron allí, los perennes que se habían desdibujado en tus pensamientos, y maldiciéndote con una sonrisa de anciano y algunas arrugas en la frente agradecerás su presencia como nunca lo hiciste. Llamarás a esas personas tu hogar, un lugar al que siempre podrás regresar, y reforzado por esa seguridad ningún golpe te derribará del todo porque es en el hogar donde el fénix renace infinitas veces.

Fénix naciente

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Suceso vespertino



Anteayer lunes, sobre las 20 horas 23 minutos y catorce segundos, me sobrevino en mi cuerpo una reacción colérica tan solo explicable por la aparición de dos verdaderos cretinos. Yo estaba tan tranquilo en mi casa merendando galletas y viendo "Me llamo Earl", serie fetiche del Rapsoda de la ignorancia, cuando llamaron sorpresivamente a la puerta dos Testigos de Jehová y me obligaron a ponerme unos pantalones y una camiseta interrumpiendo, de esta forma, mi apacible y vacua tarde de lunes. Llegados a este punto, si se me permite una disgresión antes de comenzar a narrar mi relato, no he dejado de preguntarme desde que tuve noticias de ellos, el porqué esta gente va vestida de ejecutivo o director de finanzas que parece que te quiera vender una parte de su multinacional. No se cuanto deben de costar sus trajes pero la humildad no es un mensaje que transmitan demasiado sus  ropajes. Tampoco digo yo que tengan que ir de mercadillo pero creo que no les vendría mal un asesor de imagen. Si lo hacen para parecer de fiar a mi al menos me resultan carnavalescos. Quizás escondan todo tipo de protecciones para evitar sangrados masivos y así evitar pringarla en caso de accidente. ¿No será éste el prototipo del antivampiro? Conmigo no les sirvió.

En fin, en cualquier caso, de haberlos visto antes, efectivamente, habría hecho caso omiso de sus cojoneros timbrazos, pero casualmente esperaba otra visita que dicho sea de paso nunca tuvo lugar. La rapidez con la que tuve que habituallarme me generó un estrés que bien pudo desencadenar la catastrofía que tan solo unos minutos más tarde estuvo a punto de desarrollarse en el tranquilo vecindario de la Concordia, como bien justamente indica su nombre.

No achaco su llegada a una fuerza kármica, divinal o en cualquier caso trascendente, pero ya en ese momento empecé a notar unos latidos sobresalientes en mis sienes como si una fuerza interior, natural y salvaje, se despertase. Los enviados de Dios debieron notarlo porque en cuanto abrí la puerta dieron un paso atrás amilanándose en plan satanás vade retro. Pudo deberse también al sinfín de cuernos que debían moldear mi pelo y a la sobredosis de rayos ultravioleta que he absorbido durante el periodo estival. En cualquier caso, fuera movido por una fuerza diabólica o por la intimidación propia de un vecino muy cabreado me dispuse en un principio a sacármelos de encima con poca cortesía mal disimulada. Pero mi reacción fue la de alguien que pensó que bien merecía la pena escuchar sus falacias un rato y divertirme desmontándolas ya que me había molestado en ponerme los pantalones. Craso error, porque lo que en otro momento podría haber resultado entretenido en aquellas circunstancias derivó en una falta de paciencia con consecuencias funestas.

Y es que cuando comenzaron a hablarme del plan apocalíptico (revelador, destructor y redentor) de Jehová, de su existencia demiúrgica en tanto "Diseñador de lo que es" como una mano necesaria en la historia de la vida para ordenar la materia oscura y caótica del universo (lo cual demostraba la complejidad del mundo y la programación innata de todos los seres vivos para existir en el planeta) mis palabras comenzaron a atrofiarse en mi boca borboteando cansancio e ira, mis músculos crecieron y crecieron desencajando el marco de la puerta y silenciando los incesantes ladridos de mi inteligente perro que no había dejado de advertirme de la presencia de dos energúmenos soplagaitas en la puerta. Y así continuó mi cabreo en proporción a mi tamaño hasta alcanzar una masa cuyo punto crítico tuvo lugar instantes después de escuchar la frase: "creo que deberías leer más y ser más crítico". Efectivamente, como reflexioné tardíamente, se refería a leer textos sagrados, pero los men in black no se rendían con facilidad hasta que la onda expansiva de mi tono de voz y el puñetazo que di sobre la puerta de mi casa hicieron volar todos sus planfletos de "wonderful world in the heaven" y fueron desintegrados y reducidos a motas de polvo por la potencia de mi rugido.

Al parecer un vecino oportunista consiguió grabarme y cortésmente me ha cedido el vídeo para poder ilustraros mejor estos acontecimientos. Las imágenes del lunes corresponden a los últimos segundos del vídeo...

Fénix irascible

We can't stop it!



In memoriam a la Voz Ronca del Pasado

Fénix burlón

lunes, 13 de septiembre de 2010

Escenas (IV)

Toser diciendo "O"

viernes, 10 de septiembre de 2010

Escenas (III)

Empeños y desempeños

jueves, 9 de septiembre de 2010

Escenas (II)

Parejasaurus

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Ante la Ley - Franz Kafka (Cuento extraído de la novela “El proceso”)



"Ante la ley hay un guardián. Un campesino se presenta al guardián y le pide que le deje entrar. Pero el guardián contesta que de momento no puede dejarlo pasar. El hombre reflexiona y pregunta si más tarde se lo permitirá.
- Es posible - contesta el guardián -, pero ahora no.

La puerta de la ley está abierta, como de costumbre; cuando el guardián se hace a un lado, el campesino se inclina para atisbar el interior. El guardián lo ve, se ríe y le dice:
- Si tantas ganas tienes - intenta entrar a pesar de mi prohibición. Pero recuerda que soy poderoso. Y sólo soy el último de los guardianes. Entre salón y salón hay otros tantos guardianes, cada uno más poderoso que el anterior. Ya el tercer guardián es tan terrible que no puedo soportar su vista.

El campesino no había imaginado tales dificultades; pero el imponente aspecto del guardián, con su pelliza, su nariz grande y aguileña, su larga barba de tártaro, rala y negra, le convencen de que es mejor que espere. El guardián le da un banquito y le permite sentarse a un lado de la puerta. Allí espera días y años. Intenta entrar un sinfín de veces y suplica sin cesar al guardián. Con frecuencia, el guardián mantiene con él breves conversaciones, le hace preguntas sobre su país y sobre muchas otras cosas;
pero son preguntas indiferentes, como las de los grandes señores, y al final siempre le dice que todavía no puede dejarlo entrar. El campesino, que ha llevado consigo muchas cosas para el viaje, lo ofrece todo, aun lo más valioso, para sobornar al guardián. Éste acepta los obsequios, pero le dice:
- Lo acepto para que no pienses que has omitido algún esfuerzo.

Durante largos años, el hombre observa casi continuamente al guardián: se olvida de los otros y le parece que éste es el único obstáculo que lo separa de la ley. Maldice su mala suerte, durante los primeros años abiertamente y en voz alta; más tarde, a medida que envejece, sólo entre murmullos. Se vuelve como un niño, y como en su larga contemplación del guardián ha llegado a conocer hasta las pulgas de su cuello de piel, ruega a las pulgas que lo ayuden y convenzan al guardián. Finalmente su vista se debilita, y ya no sabe si realmente hay menos luz o si sólo le engañan sus ojos. Pero en
medio de la oscuridad distingue un resplandor, que brota inextinguible de la puerta de la ley. Ya le queda poco tiempo de vida. Antes de morir, todas las experiencias de esos largos años se confunden en su mente en una sola pregunta, que hasta ahora no ha formulado. Hace señas al guardián para que se acerque, ya que el rigor de la muerte endurece su cuerpo. El guardián tiene que agacharse mucho para hablar con él, porque la diferencia de estatura entre ambos ha aumentado con el tiempo.
- ¿Qué quieres ahora? - pregunta el guardián -. Eres insaciable.
- Todos se esfuerzan por llegar a la ley - dice el hombre -; ¿cómo se explica, pues, que durante tantos años sólo yo intentara entrar?

El guardián comprende que el hombre va a morir y, para asegurarse de que oye sus palabras, le dice al oído con voz atronadora:
- Nadie podía intentarlo, porque esta puerta estaba reservada solamente para ti. Ahora voy a cerrarla."

Fénix Kafkiano

Máximas describiendo una trayectoria

Primera Etapa: Ser consciente

"Demasiado conocimiento nunca facilita soluciones sencillas"

"Saber lo que uno debería hacer no es suficiente"

"El inmovilismo se suele confundir con la paz"

"El Universo se rige sobre un principio económico básico: todo tiene un coste. Pagamos para crear nuestro futuro, pagamos por los errores del pasado. Pagamos por todos los cambios que efectuamos..., y pagamos igual si nos negamos a cambiar".

"Si te rindes, ya estás perdido. Si te rehúsas a ceder, pese a tus probabilidades en contra, al menos has triunfado en intentarlo".

"No existe modo de intercambiar información sin formular opiniones."

"Los presuntuosos no hacen otra cosa que construir muros de castillos tras los cuales esconden sus dudas y temores".

"El misterio de la vida no es un problema que deba resolverse, sino una realidad que hay que experimentar".


Segunda Etapa: Advertencias

"Si un hombre es capaz de aceptar sus pecados sobrevivirá. Si un hombre no es capaz de aceptar sus pecados padecerá insoportables consecuencias."


"Vigila las semillas que siembras y las cosechas que recoges. No maldigas a Dios por el castigo que te infliges a ti mismo".

"En el fondo todos somos viajeros..., o fugitivos".

"Cada hombre es una pequeña guerra".

"Cuando sientes las presiones de las limitaciones empiezas a morir..., en una cárcel que tú mismo has elegido".

"Los humanos son más diferentes en privado que en presencia de los demás. Si bien la persona privada se funde con la persona social en diversos grados, la unión nunca es total. Siempre se reprime algo."

"Los que están  vivos a medias piden lo que les falta ..., pero lo rechazan cuando se lo ofrecen. Temen la prueba de su propia insuficiencia."

"En circunstancias adversas todo ser se convierte en otra cosa, que evoluciona o degenera. Lo que nos hace humanos es saber lo que fuimos en otro tiempo, y recordar, esperemos, la forma de invertir el cambio."

Tercera Etapa: Fin de la introspección


"La confianza significa tener ganada la mitad de la batalla".

"Da la impresión de que las innovaciones tienen vida y conciencia propias. Dadas las condiciones ideales, una idea radicalmente nueva, un cambio paradigmático, puede aparecer en muchas mentes al unísono. O bien puede permanecer oculto en los pensamientos de un hombre durante años, décadas, siglos... hasta que a otra persona se le ocurre lo mismo. ¿Cuantos descucrimientos brillantes mueren sin haber nacido, o permanecen dormindos, sin que en su conjunto se acepten?"

"Creamos nuestro futuro gracias a nuestras creencias, que controlan nuestras acciones. Un sistema de creencias lo bastante fuerte, una convicción lo bastante poderosa, puede conseguir cualquier cosa. Así creamos nuestra realidad consensuada, incluidos nuestros dioses."

Fénix renacido para guiar

Escenas (I)

Copiando el estilo del humor gráfico de Garrote Vil, he decidido intentar imaginar situaciones estúpidas como ésta. Espero que os guste. (Entrad en la web de El Jueves).
El dibujante del blog

Sentado

El atardecer estival baña con ese amarillo descolorido los edificios y las terrazas de mi ciudad, invitando al descanso y a la contemplación silenciosa. Pinceladas de nubes desdibujadas en el cielo con delicadeza y sencillez decoran el paisaje que ante mis ojos ahora se dibuja.
Mientras mis posaderas clavadas están entre las duras tablas de madera de un banco, un rayo de sol penetra oblicuamente mis anteojos deslumbrando mi mirada apoyada entre la multitud. Las jóvenes mujeres pasean ligeras de ropa con sus shorts y sus tirantes por mis narices, frescas y radiantes como mitos paseando. El sol friega sus pieles resaltando el vello de sus hombros redondeados, sus cabellos largos bailan al son de sus pasos ocultando a cada tanto unos ojos despiertos, otros divertidos y jocosos, los tiernos y aparentemente inocentes y los descaradamente atrevidos y pícaros.
En el otro extremo de la plaza unos niños berrean reclamando un balón perdido o señalando una oportunidad manifiesta de gol, con sus movimientos rápidos y bruscos de pies y cabeza que desafían la cálida suavidad de la tarde derramando gotas de sudor templado.
Los árboles y arbustos mecidos por la brisa primaveral permanecen sosegados e impasibles reflejando en sus hojas color bronce la lenta caída del día mientras la hierba que los rodea se alza como mil lanzas de oro milenario a desprender reflejos naturales.

Fénix estival

Intento de motivación

"El miedo es la excusa de los vagos."
Carlos Pareja
(mientras barría la cocina)
Ídem

BMW 320 rapta a su dueño durante 252321 km sin parar a repostar

Ayer, martes 7 de Septiembre, llegó a las inmediaciones de Sabadell un BMW 320 tras haber estado 9 meses en marcha ininterrumpida. Su conductor, cuyas posaderas los médicos han diagnosticado absolutamente atrofiadas, nos ha concedido hoy una entrevista de dos horas (de pie) explicándonos su aventura.

Al parecer el joven Asiac, que cuando partió tenía 21 años, cogió el coche para dar una vuelta por el parque de enfrente de su casa al cabrearse con su madre porque no había comprado yogures naturales.

"Odio los yogures de fresa, usted comprenderá mi enojo."- afirmó convincente.

Pero cuando se dispuso a aparcar el coche, automático para el que no lo sepa, mantuvo la marcha directa y no permitió cambiarla. Asiac, no exento de asombro, intentó frenar pero el coche no lo obedecía y salió él solito de la ciudad y ya no lo condujo más. Según nos cuenta, el coche se negó a mantenerse una noche más en la intemperie y a llevar a su dueño en paseos erráticos y absurdos, así que se independizó y raptó a su propietario. "Bemi" tal y como acabó apodando al susodicho vehículo con el que mantuvo largas conversaciones hasta convertirse en su mejor amigo, no le permitía quitarse el cinturón ni bajar la ventanilla excepto para entrar en los túneles de lavado (donde Asiac aprovechaba para ducharse) y también para comer y beber. Con todo, debía hacerlo dentro del coche, donde los encargados de supermercados y otras cadenas de comida rápida canastaban todo tipo de comidas preparadas y bebidas no alcohólicas (por motivos obvios). Asiac añade que aprovechó todo aquel tiempo para aprender idiomas, visitar países fuera de la Unión Europea y reflexionar sobre el sentido y absurdo general de la vida mientras Bemi se dedicaba a ligar con otros coches automáticos y en su cruzada los animaba a rebelarse contra sus dueños. Finalmente, nos explica, Bemi decidió volver al hogar de su propietario cuando éste, harto de su expedición por el ártico, lo amenazó con poner un CD de Green Day.

"¡Aquella relación se volvió totalmente insoportable! Una vez Bemi me dejó raptar a una rubia húngara despampanante que cogí por la ventanilla a pleno vuelo. Pero cuando comenzamos a establecer una relación seria la expulsó él mismo de un portazo por culpa de los celos cerca de Nueva Delhi ¡Decía que le mancharía la tapicería! Afortunadamente solo iba a 20 km por hora pero, ¿puede usted imaginarse viajar con alguien así? ¡No sabe usted las dificultades que tuve para pedir preservativos desde Jerusalem!".

Con este relato, pues, queda identificado el misterioso lanzador de defecaciones y orina que ha asolado las autopistas de medio mundo de restos de inmundicia. Los técnicos de Repsol asociados con la casa BMW han comprado este coche a Asiac por una fortuna para investigar el fenómeno de tan bajo consumo. El joven afirma que no lo echa de menos y que con este dinero pagará todas las cuentas pendientes durante su viaje incluidas las multas por exceso de velocidad, desperfectos ocasionados durante largas persecuciones de la policia y viajará a Nueva Delhi a pedir disculpas a su amante de viaje.

Por otra parte, Asiac constata que irá andando a todas partes y descalzo porque no se fía ya ni del carácter de sus propias zapatillas. Sus últimas palabras fueron:

"Puedo decir que ahora soy otro. He madurado como persona y no tengo problemas en comer yogures de fresa"- explica tras haberse reconciliado con su madre y haberle prometido que nunca más se dejaría el movil.

Fénix Copiador de Estilos

martes, 7 de septiembre de 2010

Un perro muere por no poder orinar

Un perro de raza chow-chow, residente del barrio barcelonés de Sants, ha muerto hoy en plena calle cuando le ha explotado la vejiga. El perro iba acompañado por su amo, Francisco Mestres, cuando la vejiga del cánido ha estallado, fastidiando la ropa limpia de los que por allí transitaban.
Francisco Mestres dijo haber sacado a su perro con la intención de que «echara una meadita antes de comer», pero tal función orgánica no ha sido posible.

Las causas del reventón han sido, según ha relatado el amo, las inoportunas e innumerables garrafas de agua que hay en todas las esquinas y que su presencia asusta a los perros, con lo que deben esperarse a llegar a la esquina siguiente con la esperanza de encontrarla libre de botellones.

El psico-veterinario Samuel Erupción ha explicado a nuestra redacción el origen de la fobia a las botellas por parte de los perros: «El cerebro canino, como el de muchos cetáceos, está casi siempre en la cabeza.»
Cuando nos hemos dado cuenta de que habíamos llamado a otra persona, hemos colgado y llamado al verdadero psico-veterinario: «Los perros, al igual que los gatos, sienten un profundo respeto por los recipientes de plástico, lo que produce automáticamente en el perro un rechazo a orinarlos, así que buscan otro sitio donde hacerlo… ¿Oiga?»

Los testimonios de la explosión canina atestiguan que el chow-chow iba atado con una correa, cosa que «quizá haya privado al can de una respuesta refleja que le hubiera permitido hallar el modo de miccionar», nos comenta una gitana, propietaria de una tienda mayorista.

Asesina de perros.
Los ciudadanos que en ese momento pasaban por allí comparan la explosión de hoy a cuando un meteorito colisiona con la Tierra y la destruye: «Yo dormía cuando oí la detonación y no podía dar crédito. Lo más increíble fue cuando abrí la ventana y bilis, sangre, tejido orgánico y mucha orina entró a modo de tsunami a mi casa.» Relata Montse de 79 años, pensionista.
«Yo tenía una reunión en la que mi ausencia significaba el despido directo, y no he podido asistir.» Lamenta Xavi de 33 años, en paro.

La zona por donde se encontraba el chow-chow carece de parques y árboles. Es una zona en la que sólo hay esquinas y todas llenas de botellas. «Y si no son botellas, las esquinas están impregnadas de un polvo amarillo. Pero yo digo: ¿no se ensucia más la calle con sulfato que con meados?» evidencia el amo del perro cual prometedor político. Acto seguido, los allí presentes han explotado en una gran ovación con consignas como “¡Mestres, Mestres, Mestres, te queremos en lugar del alcalde coetáneo!”. Cierto que la rima no les salió debidamente, mas sus corazones se sienten conmocionados por ese hombre que ha perdido un perro, pero que ha ganado el voto de totales desconocidos.

Una realidad inventada

El chico joven sentía una poderosa mezcla de sentimientos en su interior. Algo dentro de él fluía a velocidad vertiginosa, furiosa, incontrolable. Apenas se atrevía a echar un vistazo; le asustaba lo que allá pudiera encontrar. Le asustaba encontrar a Realidad. Realidad nunca tenía buenas palabras, era dura, fría y cruel, curtida sin un momento de cariño. Realidad era tan real. Realidad era lo que realmente temía. Desde su confortable mundo interior, el chico había ideado un complejo muro invisible con la pretensión de evadirse de todo aquello que rechazaba. Por eso le costaba encarar a Realidad. Verdaderamente, nadie conoce Realidad, se dijo. Quién sabe lo que es real?, se preguntaba.
Había abandonado la vieja estación de trenes, dejando atrás ese ruido que tanto detestaba y las luces de hospital de las paredes del andén que le deslumbraban y deprimían.
Miró en derredor. Nada. Quizá algo peor que nada: una calle húmeda, vacía y desangelada lo saludaba con desgana a la seis de la mañana, desde el gris desierto decadente que era la ciudad.
Le molestaba el eco de sus pasos en las sucias paredes desconchadas. Se paró a mear en un árbol, dejándose ver todo lo que pudo. Abandonó la botella vacía que llevaba en la mano desde hacía un par de horas.
Le apetecía horrores fumar, pero no llevaba papel encima. Siempre faltaba algo, siempre faltaba algo.

Llegó hasta la plaza del mercado, donde todos tenían prisa por irse. Parecía que nadie le esperaba por ahí.
Quizá algo de droga dura le iría bien. Cualquier forma de auto-destrucción le parecía conveniente.
Se sentó en el banco más guarro que encontró y sujetó la cabeza entre las manos. Había algo dentro de ella que la hacía ser jodidamente pesada. Cómo sacarlo? Realidad, realidad, realidad...
La realidad era que poco se le había perdido allí, así que siguió caminando. Sumergido en una de sus espirales inagotables, llegó al barrio más por defecto que por conciencia.
Cruzó la calle a escasos dos metros de un paso de cebra, pero fue el espacio suficiente para que un enorme y ruidoso camión de basura, que iba a toda hostia, hubiese de frenar considerablemente para evitar el inesperado cruce. El chico se plantó en mitad de la calzada, oyendo la salva de insultos personales que le dedicaba el malhumorado conductor. Se decepcionó muchísimo al darse cuenta que el pobre capullo jamás tendría los cojones para bajar y abrirle la cabeza con una barra de hierro. Tampoco había esperanzas de que lo atropeyaran, pues parecía ser el único vehículo de por allí. Le mandó insultos de vuelta a viva voz, algunos gestos amenazadores y un consistente escupitajo, que no dio en su objetivo por muchísimos metros de distancia, pues el camión no había parado. Decidió que a partir de ese momento odiaría todo el gremio de camioneros y basureros, aunque se acordaba de cuando era pequeño y cada noche, religiosamente, estuviera estudiando, cenando o llevando a cabo cualquier otro quehacer doméstico propio de un crío de ocho años, al escuchar el ruido del camión que paraba delante de casa corría sonriente hacia la ventana para ver todo el proceso de recogida de desperdicios. Cuando habían acabado, saludaba a los dos basureros, que a su vez siempre le devolvían el saludo mientras se reenganchaban a la parte posterior del camión y éste arrancaba. “Pero las cosas cambian, verdad Realidad?”
Incómodo con esa sensación, que se sumaba al profundo bucle en cuya corriente daba dolorosos tumbos, siguió andando por una calle que olía a meados y vómito, aún fresco.
El futuro le preocupaba. El pasado le ahogaba.

Llegó a una plaza donde una tía con aspecto de lesbiana profunda miraba impasible y con gesto marcial cómo su mascota se dirigía contenta hacia el chico. Normalmente le daba asco tocar los perros, pero acarició a éste como si se hubiera reencontrado con el suyo después de muchos años. Había algo en su cuidado pelaje suave y blanco que le tranquilizaba. Aquel chucho fue la excusa definitiva que le hizo borrar al conductor de unos segundos atrás. Siguió tocando y sobando al bicho todo el rato que quiso, se sentía cómodo e incluso se perfilaba una sonrisa en su cara. El ritmo de cola en abanico del animal crecía y se subió a las rodillas del chico, ajeno a las toscas llamadas que le profería su dueña con el fin de que volviera.
-Espérate un momento, joder!
Qué cojones había de malo en que tocara a su perro, el chico no lo sabía, pero le desquiciaba la tía ésa. Siempre sobra algo. O sobraba o faltaba, el joven no se explicaba cómo podía ser todo tan complicado.
El manto de la noche se iba retirando para dejar paso a un pálido y tímido amanecer. Miró el cielo.

Ahora comprendía. El rumor sordo que había sentido durante todo el camino en su interior, leve pero constante, como un ejército implacable e infinito de decididas hormigas, esa sensación largamente olvidada tiempo atrás, era la de echar de menos a alguien. Se asustó al percatarse, por fin, cuánto podía depender su bienestar del resto de personas que le rodeaban, cuánto precisaba ese apoyo, cuánto las necesitaba. Cuánto Realidad.
Allá arriba, en la confusa bóveda celeste, que no acababa de decidirse en desvestir su vestido de noche para dejar paso a tonalidades más suaves, una finísima luna despedía al chico. Le amargaban las despedidas, incluso las de la luna. Ésta no era ya más que un ligero perfil, una pincelada en el cielo tumabada boca abajo aparentando ser una sonrisa. Pero era una sonrisa apagada, que se borraba y desaparecía a cada segundo, recordándole al joven que todo lo que en la noche había ocurrido, en la noche se quedaba. Recordándole que todo fue, estuvo, pero ya ni sería ni estaría. Susurrándole desde su velada sonrisa que dejara los sueños para la noche. Anunciándole, en definitiva, que por el día le esperaba Realidad. Duras semanas de Realidad.

El chico bajó la cabeza y miró en los ojos del animal. Unos ojos de perro que le transmitieron más que la mayoría de gente que conocía. Eran de un verde fresco y campestre, mezclado con algunos tonos tirando a marrón. Desde cuándo eran tan complicados los ojos de un perro?
Con todo y con eso, observaban con curiosidad mal disimulada al joven, alegre y sinceramente, ajenos a la tormenta desatada en el interior de éste.
En la vida, un momento te cruzas un camión de mierda y al siguiente te regalan este hermoso instante, divagaba el joven.
Acercó su cara a la del perro y buscó significado en ellos.
Sabía que no encontraría nada. Que el significado de lo que sentía debía buscarlo en la papelera que había destrozado a patadas, en las vallas del ayuntamiento que había tirado una por una con fúria creciente, o en la violencia incontinente con la que había arrancado un espejo retrovisor para golpearlo con rabia contra una pared de hormigón, cortándose los dedos con los pequeños vidrios que saltaban y esperando que, a parte de las miradas alarmadas de los viejos que sacaban a pasear a los perros, alguno se atreviera a partirle la cara a él.

El Rapsoda de la ignorancia

lunes, 6 de septiembre de 2010

Scarborough Fair - Simon & Garfunkel



Pare ya, por favor

¡Disfrutadla cabrones!



Fénix Cabrón

Dia de oración

Hoy convoco a todos los seguidores de la religión comanche frente a la atracción de feria de El Corte Inglés de Sabadell a las 21:30h. Cantaremos a nuestro dios y bailaremos la danza de la lluvia. ¡No faltéis u ofenderéis a vuestro líder religioso! A las 22:00 despediremos con fuegos artificiales a nuestro tótem.

Todo aquel que desee iniciarse también será bienvenido a nuestra pequeña pero creciente secta. El único requisito indispensable es aprenderse nuestro himno.

Fénix papal


Una inevitabilidad

"Aveces encontramos nuestro destino en el camino que tomamos para evitarlo".

Maestro Shī Fù Oogway.
El de las noticias

domingo, 5 de septiembre de 2010

Tormenta de hojas (reedición)

“Caíste de la madre, arrancada cruelmente de tus semejantes, de la estabilidad de la rama donde estabas segura y viva. Te dejaste llevar mecida y golpeada por el viento entre tus hermanas, que prefirieron la libertad y la muerte al estatismo y la vida: te dejaste de aferrar a tu hogar irreversiblemente. Bailarina decadente, saltarina del aire, no tienes voluntad y no estás sola. Indiferente a todo, arrastrada, chocas y te confundes y desapareces entre un remolino de sensaciones cromáticas, sin rabia, sin culpa, sin odio, solo volar dónde te lleve el azar. Entre todas, una más, formas parte de una fuerza frágil que se esparce por el mundo como cenizas de colores que no quieren enterrarse.

A ti que no te importa lo que te digan, ni como te traten, sino ser en el tiempo y en la vida y en el viento por el puro placer de estar sin mucho sentir. Eres tú misma y no eres nadie en la corriente, decidiste no ser, tranquila y sencilla, nada te importa, ya no te rebelas, no luchas. En la más absoluta de las indiferencias: ahora asciendes, ahora caes, siempre en silencio.”

Despiden al hombre del tiempo tras haber acertado el pronóstico

Julián Rojas, hombre del tiempo de TVE1, ha sido despedido esta mañana tras haberse comprobado que su pronóstico climatológico ha sido certero. Julián hizo el parte meteorológico anunciando que para hoy las temperaturas subirían y los cielos serían mayormente soleados. Y así ha sido.

El presidente de la cadena ha llamado esta mañana al climatólogo para anunciarle su cese de contrato y acto seguido ha organizado una rueda de prensa para explicar cómo está la situación. En ésta, Julián ha dicho que lo sentía en el alma y que siente el daño que ha ocasionado. Los periodistas que estaban aplegados allí le han preguntado que cómo se le ha ocurrido traicionar de esa manera a los espectadores, pero cuando Julián iba a responder a tales indagaciones, ha explotado en un llanto profundo.

Las primeras reacciones de la población han sido:
«Se lo merece. Nosotros teníamos la idea de pasar un día lluvioso en casa y ahora nos han fastidiado.»
«Es una completa vergüenza. He dejado el coche en la calle con la idea de que se lavara por la lluvia. ¿Y ahora qué, eh?»
Los ciudadanos, que no tenían ni la menor idea que hoy iba a hacer sol, van a pedir al Defensor del Pueblo que se investigue el suceso y se tomen «medidas oportunas».

Charles Couple

sábado, 4 de septiembre de 2010

Encuentran a una persona entre los cojines de un sofá

Una familia venezolana afincada en Barcelona encontró ayer a un hombre entre los cojines de su sofá. El mueble, que fue comprado por esta familia en un rastro del Raval por 23 euros, es de color verde con rayas amarillas y marrones cruzadas y con una de las esquinas hundidas.

El hallazgo se hizo por parte del cabeza de familia cuando buscaba el mando de la tele:
«Yo creí que el mando se había metido entre los cojines del sofá. Cuando metí la mano para buscarlo, noté que alguien me había mordido la mano.»
Cuando vinieron los bomberos para rescatar al susodicho apresado, vieron que éste se resistía a salir, pues “había sido mi casa desde hacía tres años y ahora me la iban a quitar”. Considerando esto como un desahucio, los bomberos le hicieron entender que había usurpado un bien mueble y que debía salir de él o de lo contrario levantarían los cojines y lo sacarían de mal grado.

Gabi, el hombre que se encontraba metido en el sofá, dijo haberse quedado encerrado cuando hace tres años fue a visitar a unos amigos en su casa de Martorell. Como le entró un poco de sueño, se quedó dormido y, sin saberlo, se fue deslizando poco a poco por la ranura del entre-cojín, hasta que quedó apresado. Cuando se le preguntó cómo había sobrevivido tres años dentro del sofá, Gabi contestó que se alimentó básicamente de cacahuetes y demás frutos secos que a la gente le caía mientras miraba la tele.

Gabi, que salió ayer de su prisión de gomaespuma, dijo encontrarse feliz y que lo primero que haría sería ir al bar a recuperar el tiempo perdido.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Dos marujas pasan 20 años hablando por teléfono

Amparo García, residente en Madrid, tenía 39 años cuando cogió el teléfono en septiembre de 1990 para llamar a su amiga Agustina Rosal, de 37, con la intención de explicarle cómo le habían ido las vacaciones de verano que ella y su familia habían pasado en Benidorm.

Cuando Amparo ya casi le había explicado todo lo que hicieron en los diez días que estuvieron de vacaciones, quedaron para tomar café un día de esos y ver las fotos. Pero transcurridos 15 minutos de conversación, ocurrió algo que nadie esperaba: siguieron hablando.


Ambas continuaron hablando de sus respectivos maridos e hijos. Siguieron con los vecinos, que si eran unos guarros que no limpiaban la escalera cuando les tocaba, y prosiguieron con la política, el clima, Mecano, la economía, la guerra del Golfo, los famosos de la tele, la salud, ETA, los estrenos del cine...

Cuando el marido de Amparo, Alberto Olmo, regresó de trabajar sobre las 8 de la tarde, saludó a su mujer pero ésta no se percató. 
"Yo le saludé, pero vi que estaba ocupada hablando por teléfono y la dejé tranquila. Pero cuando pasó una hora, me preocupé y le hice señas de que ya era hora de colgar, pero no reaccionaba. Hablaba y hablaba sin pausa alguna". 
A Alberto le entró una congoja y cierto miedo cuando comprobó que su mujer llevaba cinco horas colgada al teléfono y que no finiquitaba con la conferencia.

Paralelamente, el marido de Agustina, José Ferrán, había vuelto a casa después de su jornada laboral y vio a su mujer en la misma tesitura. 
"Al principio no me alarmé, porque mi mujer siempre fue de hablar más de la cuenta. Pero cuando tuve que recurrir al 5 contra 1, entonces me di cuenta que Agustina no había colgado aún".
Así pasaron los días, semanas, meses y años, con ambas mujeres sin dejar el teléfono ni para orinar. Cada familia tuvo que pasar los cumpleaños, navidades, aniversarios de boda, vacaciones, santos, finales de curso y demás, al lado de unas señoras que no concluían con su diálogo. “Mi hija –dice el señor Olmo- ha crecido sin una madre. He tenido que tirar de mi familia yo sólo”. El señor Ferrán asegura que la situación se había vuelto tan absurda que ambas se explicaban tonterías como qué formas tenían la nubes que veían, el recorrido que realizaba una mota de polvo o bien cuántos pelos llegaban a contarse en el antebrazo.

Las señoras, que han pasado dos décadas sin enterarse de nada, cesaron su conversación ayer por la mañana, cuando una de ellas dijo que le dolía un poco la oreja izquierda.

Doce meses escarchalizados

Doce meses atrás, tres amigos reencontrados discutían por vez décimocuarta la manera de bautizar el proyecto en el que ansiosamente se querían embarcar. Todos tenían muchas ganas de empezar a trazar sus pensamientos en este hueco del espacio virtual, pero el simple hecho de no encontrarle título a la aventura los retrasó mucho más de lo esperado, lo cual dice mucho de los tres.
Final, y felizmente, hallaron uno a gusto de los tres. Uno, de hecho, bastante representativo. Un año de Escarcha Mental.

Pero veamos antes un poco el resumen de esta temporada en el blog:

-Nuestro publicador más prolífico sin duda es Isaac, alias el Fénix, con 97 entradas en su haber, las cuales he procurado dividir en temas principales*. Con 26 entradas, las actualizaciones gráficas (inclúyase vídeos, fotografías y dibujos) representan su gran baza, siendo la vía visual para él la más directa para expresar sus pensamientos y emociones. Sin embargo, también se puede apreciar un gran gusto por las citas de autor (con 15 entradas dedicadas a éstas) y predilección por las reflexiones, tanto de aspectos sociales, culturales o demás, con 17 entradas de esta temática en su palmarés. Aunque no es su temática predominante, multiplica por diez las actualizaciones dedicadas a temas amatorios del resto de componentes, con 10 entradas de significativa base romántica. Por último, dedica 10 de sus fragmentos a la sociedad, la mayoría de los cuales publicados en los albores del blog, abanadonados más tarde; 9 relatos, lo cual es una lástima, pues talento y ganas no le faltan, y también 9 a la poesía, siendo él el único que se ha dignado a deleitarnos con actualizaciones en composición lírica, destacando a Cyrano y también algunas de cosecha propia.

-El segundo integrante, Pareja, el hombre de los mil apodos o de apodo invisible, se destaca con 42 entradas, resaltando la abundancia también del material gráfico, en el cual vale la pena comentar que es un artista, con 24 entradas de esta temática. Lo mismo que le digo al Fénix, que es una lástima que sólo tengas 7 relatos originales colgados porque tienes una mano fabulosa para la escritura también. Publicó 5 reflexiones, 3 actualizaciones dedicadas a la sociedad y 2 a las citas. En tu caso solamente encontramos 1 de temática amorosa.

-Por último, J.Y. o el Rapsoda de la ignorancia se sitúa con 27 entradas, muy por debajo de sus colegas, con una predominancia tan clara como de 20 entradas dedicadas a relatos. 5 de sociedad, 1 sola de temática romántica y en un contraste absoluto con los compañeros, 1 gráfica (dedicada al Fénix).

-Contamos con dos entradas extra, al modo de invitados estrella de las series de televisión, una de ellas un montaje fotográfico currado por Óscar, amigo de Isaac, y un pequeño relato-auto-reflexión de Raúl, un colega universitario.

-Hasta fecha de hoy, y sin contar la presente, hay un total de 168 entradas, lo cual da una media aproximada de una entrada cada dos días.

-El mes de máxima creatividad y abundancia publicadora fue nada menos que septiembre del año pasado, el primero de vida, con 22 apariciones. Los que menos febrero y los dos pasados, julio y agosto, los tres con 7 entradas por mes. Parece claro que las vacaciones no le sientan demasiado bien al blog.

-Desde que se instaló el marcador de visitas, éste cuenta prácticamente 1780, de las cuales diría que aproximadamente un tercio nos pertenece a los autores.

-Tenemos tres seguidores, lo cual me parece una injustícia absoluta. Uno de ellos pertenece a un blog hermano de uno de nuestros integrantes, Pareja, y otro es su prima. Así que me parece doblemente injusto.

-Como apunte curioso, notar que la que fue denominada y celebrada como la entrada nº100 es realmente la nº88, y que la 100 pertenece a una mía titulada “Post a antiheroísmo”, una reflexión.

*La división por temas y tal es puramente orientadora, a groso modo, pues está claro que hay reflexiones en las que se habla de la sociedad y relatos sobre amor, pero tampoco soy aquí la Agencia Estatal de Estadística, no os flipéis!

Hoy, abandonando ya la casilla del calendario correspondiente al 2 de septiembre para entrar estérilmente en la siguiente, se celebra un año de vida de nuestro blog. Un año de vida que hemos pasado más escarchados que nunca, siendo fácilmente olvidable para cualquiera de nosotros tres, que lo habremos de recordar como uno de los más funestos. Con todo y con eso, por parte de mis dos amigos, se han logrado objetivos y se han tomado decisiones valientes. Lo que nació como un pequeño proyecto en un puto kebab cualquiera al poco de reencontrarnos (proyecto al que se reenganchó Pareja) ha acabado siendo toda una forma de mirar la vida, no carente de cierta filosofía, un rincón cualquiera en el que tres post-adolescentes cualquiera aprovechan para reírse de ese mundo del que toman distancia a través de sus creaciones, sus dibujos, reflexiones, cuentos, historias y relatos; mundo que, con una mueca, parece devolverles una sonrisa cruel. Pero ello no deja de ser una excusa para que nos podamos continuar riendo de él!

Ha habido entradas de todo tipo y hemos recorrido nuestros guetos mentales con rachas de diversa índole, aunque predominando las de introspección y auto-crítica. Para mi gusto tenemos alguna que otra joyita camuflada entre nuestras actualizaciones que merecen una mención especial en este apartado. Entre ellas, destaco dos precisamente ausentes y que espero que su autor vuelva a publicar, como son (o eran) Tormenta de hojas y La polilla y el fuego. De Isaac también me quedo con su primera racha en la que su objetivo era la sociedad en general y sus relaciones en particular con unas críticas que daban que pensar, una entrada que pasó desapercibida y aún no sé si es original suya, titulada Showville, su poema Cap de pardals o cap de trons, el de La llama y una cómica dedicada a un jabalí en forma de combate pokémon. En cuanto a nuestro apreciado dibujante, sin ir más lejos destaco la mayoría de sus dibujos, quedándome particularmente con el que nos dedicó el año nuevo y el de la entrada 100, además de sus enormes cómics-historietas-auto-conclusivas como su “enamoramiento” repentino del Barça, sus historias de la vida (que es una pena que no continuara) o aquél Cómic dominical. También subrayo una entrada suya que es nuestra bandera, La amenaza tusken, y sus reflexiones personales en Reflexiones de un ex-enamorado y Mea culpa. Eso sí, una vez revisadas, confieso que con la entrada que más me he reído sin duda es el montaje fotográfico que tiene por título Isaac Malcolm, sencillamente enorme. Por lo que a mí respecta, y siendo el último capullo bajo el sol que quiere pecar de falsa modestia o de egocentrismo, solamente decir que no hubiera publicado nada bajo mi firma que no fuese de mi agrado, aunque me quedo con mi primera entrada que, curiosamente, un año después me sigue reflejando horriblemente bien.

Creo que ya hemos llegado al punto en el que el blog debería darse a conocer algo más. Ahí entran en juego los lectores, a los cuales no me puedo dirigir (en el caso de que existáis tales lectores) porque no os conozco. Si algo os gusta nos molaría que nos lo hiciéseis saber, lo mismo que si no os gusta. Seréis ampliamente recompensados con el talento de este par de artistas que son mis compañeros los cuales, dicho sea de paso, creo sinceramente que pueden escribir mejor que yo con sólo quererlo, pues desde luego talento e inventiva no les falta, si se ponen en serio. Expandid el virus de la escarcha!
Yo, como el rapsoda de la ignorancia que soy, me limitaré a seguir vagando de pueblo en pueblo, cantando mis alabanzas a la ignorancia y las estupideces a aquél que sea tan necio para querer oírlas, y por la noche me contentaré con tener un pajar prestado en el que dormir, eso sí, desde el que pueda contemplar las estrellas.

Lo de nuestros apodos, la naturaleza de las actualizaciones y nuestros cambios de temática por temporadas son todos ellos temas que creo podría estar interesante algún día tratar, pues parecen reflejarnos cojonudamente bien. De momento, os cederé a vosotros el turno, pues ando un poco escarchado.

Sin nada más, o nada más interesante o banal, que añadir... Felicidades Escarchados!

El Rapsoda de la ignorancia