Una familia venezolana afincada en Barcelona encontró ayer a un hombre entre los cojines de su sofá. El mueble, que fue comprado por esta familia en un rastro del Raval por 23 euros, es de color verde con rayas amarillas y marrones cruzadas y con una de las esquinas hundidas.
El hallazgo se hizo por parte del cabeza de familia cuando buscaba el mando de la tele:
«Yo creí que el mando se había metido entre los cojines del sofá. Cuando metí la mano para buscarlo, noté que alguien me había mordido la mano.»
Cuando vinieron los bomberos para rescatar al susodicho apresado, vieron que éste se resistía a salir, pues “había sido mi casa desde hacía tres años y ahora me la iban a quitar”. Considerando esto como un desahucio, los bomberos le hicieron entender que había usurpado un bien mueble y que debía salir de él o de lo contrario levantarían los cojines y lo sacarían de mal grado.
Gabi, el hombre que se encontraba metido en el sofá, dijo haberse quedado encerrado cuando hace tres años fue a visitar a unos amigos en su casa de Martorell. Como le entró un poco de sueño, se quedó dormido y, sin saberlo, se fue deslizando poco a poco por la ranura del entre-cojín, hasta que quedó apresado. Cuando se le preguntó cómo había sobrevivido tres años dentro del sofá, Gabi contestó que se alimentó básicamente de cacahuetes y demás frutos secos que a la gente le caía mientras miraba la tele.
Gabi, que salió ayer de su prisión de gomaespuma, dijo encontrarse feliz y que lo primero que haría sería ir al bar a recuperar el tiempo perdido.
este tipo de historietas son muy buenas tío! Paténtalas.
ResponderEliminarSon noticias de alta seriedad.
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